¿Depresión post-vacacional?

El síndrome post-vacacional no es un trastorno mental como tal pero muchas personas lo sufren, especialmente en esta época del año. Tras un periodo de descanso o desconexión de la rutina más prolongado de lo habitual, a veces las personas no se ven capaces para responder a la alta demanda que es la vuelta al trabajo o a los estudios. Todos hemos de pasar por un proceso de readaptación ya que los horarios cambian, las obligaciones se intensifican y, en general, nuestro estilo de vida es distinto.

Hay personas que vuelven a la rutina con energía e ilusión, deseando poner en marcha las ideas acumuladas durante el periodo vacacional, ver de nuevo a compañeros, etc. Sin embargo, hay otras personas a las que les cuesta más esta adaptación y en ocasiones pueden sufrir cuadros de estrés (¡del que hablaremos pronto en el blog!), ansiedad, falta de motivación, apatía, insomnio, taquicardias, sudoración, temblores, irritabilidad, disminución de la concentración y del rendimiento… En definitiva, malestar producido por la readaptación (o la perspectiva de incorporación) a la rutina.

Estos síntomas no están solo relacionados con el trabajo sino que para muchos también aumentan las obligaciones socio-familiares (cuidado de los niños, el colegio, reuniones sociales, tareas domésticas…). Esto suele afectar en mayor medida a las mujeres debido a la carga de trabajo y labores domésticas que se juntan a la vez.

Los síntomas deberían desaparecer por sí solos en unos días o como mucho en dos o tres semanas. Si no, es recomendable acudir a un profesional ya que ese malestar puede evolucionar a ansiedad o estrés crónico perfectamente prevenible.

Siempre es mejor prevenir su aparición que lidiar con las consecuencias del síndrome. Entonces, qué podemos hacer para prevenirlo y fomentar una adaptación a la rutina suave y gradual:

· Vuelve unos días antes del destino vacacional para acostumbrarte a estar de nuevo en casa. Volver el día de antes a comenzar el trabajo puede ser un detonante de estrés, especialmente si coincide con la vuelta al cole de los niños.

· Poco a poco ir adoptando los horarios habituales, tanto de sueño (adelantar la hora de dormir y de despertarse) como de alimentación. En vacaciones es habitual comer y cenar más tarde de lo que haríamos durante el año escolar.

· Es importante mantener un horario regular, durmiendo 8 horas aproximadamente y practicando hábitos saludables. Es recomendable tratar de hacer deporte tres días en semana (aunque sea salir a caminar con nuestra pareja o pasear a nuestro perro), nos sentiremos mejor física y psicológicamente.

· En el trabajo, dentro de lo posible, adoptar las responsabilidades e intensidad del ritmo diario con calma. Tratar de priorizar y delegar con las tareas y no pretender hacer todo en la primera semana tras la incorporación.

· Empezar a trabajar en aquellas tareas que nos resulten más agradables y evitar llevarse trabajo a casa, respetando el horario de descanso y ocio una vez terminado el laboral.

· Valorar el trabajo bien hecho por nuestros compañeros puede favorecer un ambiente más positivo y relajado, así como mejorar la actitud de los otros con nosotros.

· Fomentar actividades de ocio agradables para nosotros, bien solos o con amigos o familiares.

· Mantener una actitud positiva (pero realista) sin dejarnos abrumar por los pensamientos negativos del tipo “queda mucho tiempo hasta el próximo festivo”. Estos pensamientos solo nos aportan malestar y no solucionan nada y podemos sustituirlos por ejemplo con pensamientos del tipo “de aquí a las próximas vacaciones me gustaría lograr estos objetivos en mi trabajo”. La meditación te puede ayudar a estar centrado en el momento presente, sin anticipar lo “malo” (duro, difícil, estresante, etc.) que va a ser el año y así lograr una mayor concentración y motivación.

· Recuerda que estás en periodo de readaptación, date un respiro y ten paciencia contigo mismo. Proponerte metas imposibles de alcanzar o exigir demasiado desde el principio solo traerá frustración y más estrés.

· Por último, te proponemos un ejercicio en el que escribas todo lo positivo que te aporta trabajar, no solo a nivel económico sino a nivel emocional, social, creativo, de autoestima, intelectual, físico, etc. Muchas veces nos centramos en lo negativo y se nos olvidan las cosas buenas; si lo tenemos escrito, podemos recurrir a esta chuleta siempre que necesitemos un extra de motivación.

Cuéntanos si a ti te ocurre o si has experienciado esta sensación alguna vez. ¿Qué hiciste para sentirte mejor?

¡Suerte con la vuelta!

Irene Marivela Palacios

4 comentarios en “¿Depresión post-vacacional?

  1. F. Ricardo dice:

    Muchas gracias, Irene, por esta entrada tan oportuna. Soy una de esas personas que tiene, sin duda, el síndrome posvacacional. Intentaré poner en marcha tus recomendaciones a ver si consigo paliar el “aterrizaje”, porque solo pienso en cuánto tiempo queda para volver a tener vacaciones. Seguid adelante con el blog, que es de gran utilidad.

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  2. Seila dice:

    No recuerdo que me haya pasado ningún síntoma pero sí es verdad que siempre la vuelta a la rutina me ha dado mucha pereza. ¡Qué rápido pasa lo bueno! Este año me reincorporo más tarde a la rutina porque estoy de baja maternal y hasta diciembre no comienzo a trabajar pero sí es verdad que pienso ya en esa reincorporación (sé que de manera muy anticipada) y parece que me entra una tristeza… Sobre todo porque ahora sí es un mayor cambio… Un saludo chicas!

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    1. psicomienza dice:

      Hola Seila, muchas gracias por tu comentario. Disfruta mucho de tu baja maternal, que, como tu bien dices, lo bueno se pasa muy rápido. Espero que estas pautas te ayuden en esa reincorporación para que sea lo más suave y agradable posible y, aunque todavía quede mucho, siempre que lo necesites puedes recurrir a ellas. Un saludo!
      Irene

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