Vivimos en una época complicada ya que por lo general los padres pasan muchas horas fuera de casa y cuando llegan suelen estar bastante cansados como para estar lidiando con las conductas negativas de los hijos, el problema viene cuando los niños presentan cada vez comportamientos más inadecuados y por mucho que los padres lo intentan no consiguen manejar la situación. Seguro que todos los que leéis esta entrada habéis visto supernanny o hermano mayor, dos programas de televisión que han mostrado comportamientos muy negativos de menores de edades distintas desde muy pequeños hasta la adolescencia y os puedo garantizar que, aunque desconozco si son o no reales estos programas, lo que sí que sé a ciencia cierta es que este tipo de comportamientos conflictivos llegan a darse y es lo que hace que muchos padres ya desesperados acudan al psicólog@ a pedir ayuda.
En el artículo de hoy como ya supondréis vamos a hablar de cómo podemos llegar a mejorar la conducta de los más pequeños y no tan pequeños (adolescentes) de la casa y de cuales son los errores que podemos estar cometiendo los padres para que se den dichas conductas negativas, como ya os habréis percatado aquellos lectores asiduos a Psicomienza me gusta tratar aquellos temas que más se están demandando en consulta y esta es una de las demandas que se da en cualquier época del año, os pongo en situación sobre lo que suele pasar, llegan a consulta el padre o la madre o a veces incluso ambos y manifiestan frases tipo “ya no sabemos qué hacer con (nombre del hij@)”, “lo hemos probado todo y nada funciona con él/ella”, “estamos desesperados y por eso ya venimos aquí”.
Lo primero a tener en cuenta es que no es nada fácil educar a los hijos, los padres somos seres humanos y por ende nos equivocamos y cometemos errores, además nadie nos da un libro de instrucciones para educar correctamente, es importante aclarar este punto para saber que en el momento que no sepamos cómo lograr mejorar el comportamiento de nuestro hij@ o que pensemos que ya no es «normal» cierta conducta o que puede ir a más el pedir ayuda a profesional no debería suponer un paso difícil de dar sino un paso lógico y lo segundo a tener en cuenta es que aunque pensemos que quizá hemos probado todo muchas veces a los padres nos cuesta a hacer autocrítica y ser capaces de reconocer que en algunas cosas quizá no lo estemos haciendo como deberíamos por lo explicado anteriormente de que nadie nos da ningún libro de instrucciones o pautas precisas a seguir, a continuación os voy a poner una serie de pautas a la hora de aplicar una herramienta que es de las más utilizadas por su alto nivel de eficacia pero que es muy importante hacerla correctamente para que realmente funcione, hablamos de la técnica de economía de fichas que es una técnica psicológica de modificación conductual que se basa en los principios del condicionamiento operante (explicaremos este concepto próximamente en el psicoglosario) para promover y reforzar las emisiones de determinadas conductas deseables, seleccionadas y operacionalmente definidas al empezar el programa, aunque hay variantes a esta modalidad si se llevan a cabo correctamente pueden ser igualmente efectivas.
Cosas que los padres deben tener en cuenta antes de aplicar dicha economía de fichas:
- Las normas deberán estar claramente definidas antes de empezar a aplicar la economía de fichas, tanto las conductas a trabajar (es decir, lo que queremos que el niño modifique) como los castigos (las consecuencias) que tendrán si llevan a cabo los niños dichas conductas negativas.
- Si el hij@ es pequeño se le deberán explicar en un lenguaje que el niño entienda perfectamente, tanto cuales son las conductas que no hace bien como cuales son las consecuencias de dichas conductas, después se le debe pedir que nos lo explique él para ver si realmente lo ha comprendido todo.
- La eficacia de las normas se reduce notablemente cuando el niño incumple las normas y no tiene consecuencias por ello, puesto que esto es interpretado por el niño como que la técnica es maleable y seguirá realizando la conducta negativa por si se libra de las consecuencias otra vez. Por eso, la permisividad con dichos comportamientos, es decir, si alguna vez (aunque sean pocas) no se produce la consecuencia (el castigo) después de la conducta que se está trabajando puede incluso incrementar estas conductas negativas.
- Bajo ningún concepto se debe perdonar el castigo establecido ya que esto conllevará a desestabilizar la economía de fichas que se está llevando a cabo y que el niño crea que aunque haga la conducta negativa y se le castigue finalmente se acabará saliendo con la suya tarde o temprano, de ahí la importancia de que siempre sea el mismo castigo y nunca se le levante para que aprenda quién tiene el “poder” y no se intercambien los roles padres-hij@s.
- Para prevenir que las conductas negativas vuelvan a darse es necesario crear alternativas. Por ejemplo, si el niño pide las cosas gritando que cada vez que lleve a cabo dicha acción sea castigado y se le explique cómo debe de pedirlo “tienes que decírmelo hablando en tono normal y pedírmelo por favor” (alternativa a reforzar) y cuando el niño haga la alternativa reforzarle siempre con frases del tipo “¿ves? Así te entiendo mucho mejor” y le hacemos caso.
- También es fundamental trabajar la capacidad de ponerse en el lugar de los demás (empatía) ya que le permitirá mejorar su conducta no sólo por las consecuencias negativas que tendría si no lo hiciese sino porque está aprendiendo por qué no es correcto actuar así y cómo afecta su comportamiento a los demás.
- Hay que evitar regañar constantemente o gritar (aunque sabemos que a veces es complicado no hacerlo) porque así estamos dando un ejemplo de conducta negativo y además quitando efectividad a técnica.
Estas son algunas de las pautas que se tienen que llevar a cabo al trabajar esta técnica y donde los padres deben pararse a pensar si realmente lo pueden cumplir todo a raja tabla porque de eso dependerá en gran medida el éxito de la técnica.
Para terminar, quiero dar un mensaje de esperanza a todos esos padres y madres que están desesperados, si dais con un buen profesional (cuidado con el intrusismo, pedid referencias) y seguís sus pautas con este tipo de técnicas el porcentaje de éxito es muy alto y siempre hay variantes para adaptarse a cada caso individual así que ¡ánimo! dejaros orientar y poneros manos a la obra.
¡Nos leemos!
Eva Torrego Treviño
Sin duda me atrae muchísimo el tema hoy ya que, aunque puede ser pronto porque mi bebé tiene solo 6 mesecitos, quiero hacerlo lo mejor posible y no dudaré acudir a un profesional (Eva, seguro) llegado el momento para evitar consecuencias mayores.
Gracias por la entrada.
Saludos
Me gustaMe gusta
Gracias por leernos Seila y aunque aún sea pequeño tu hijo siempre es bueno ir teniendo estas pautas claras para que puedas aplicarlas en cuanto empiece a ser necesario 😊 ¡feliz finde!
Me gustaMe gusta