Las defensas de nuestra mente

Abrimos el año con una entrada del blog que nos permitirá conocer un poco mejor la teoría psicoanalítica. Vamos a explicar cuáles son los mecanismos de defensa y por qué están ahí.

El famoso psicoanalista Sigmund Freud se dio cuenta de que la mente busca protegerse de aquello que no es capaz de aceptar. Según este autor, las personas ponemos en marcha unos procesos psicológicos que regulan de manera inconsciente la ansiedad asociada a un estímulo externo o interno. Es decir, los mecanismos de defensa permiten que aquellos contenidos que se encuentran en un plano inconsciente ya que de otro modo nos perturbarían en exceso, puedan pasar a un plano consciente a través de un filtro, que convierte esa realidad en tolerable. Sin embargo, lo que en un principio parece existir para protegernos de lo que no podemos soportar no deja de ser una manera incorrecta de resolver un conflicto psicológico. Por lo tanto, si no se aprende a gestionar esas dificultades pueden dar lugar a trastornos mentales.

A continuación, se exponen los 10 principales mecanismos de defensa según el psicoanálisis:

  1. Desplazamiento: se redirige el foco de frustración hacia otra persona u objeto. Por ejemplo, volviendo a casa a alguien le para la policía y le pone una multa por ir demasiado rápido; cuando llega a casa le grita a su mujer por no tener preparada la cena. El mecanismo de defensa actúa: ya que no puede tomarla con el policía, debido a que es una autoridad, se desplaza el objeto de la ira hacia su mujer. Otro ejemplo: una madre está regañando a su hijo muy enfadada y el niño sale corriendo y le pega una patada a la puerta. El mecanismo de defensa actúa: como el niño no puede pegar a su madre porque está mal, desplaza su agresión a un objeto inanimado como es la puerta.
  2. Sublimación: se parece mucho al anterior, pero el impulso se redirige hacia una forma aceptable y bien valorada para la sociedad. Por ejemplo: un hombre casado fantasea sexualmente con su vecina por lo que decide pintar un cuadro en el que expresa su pasión. El mecanismo de defensa actúa: en lugar de hacer realidad su fantasía ya que estaría mal visto por la sociedad, canaliza su pulsión sexual en una expresión artística que sí se encuentra bien valorada por la sociedad.
  3. Represión: el yo bloquea o elimina situaciones y pensamientos que si se mantuvieran en el nivel consciente resultarían muy dolorosos para la persona. Por ejemplo: una persona vivió un evento traumático durante la infancia, su padrastro abusaba sexualmente de ella, pero la persona borra ese evento de su vida y no recuerda nada relacionado con esa etapa. Pero esto resulta en un conflicto con la realidad o el superego, apareciendo dificultades en su día a día como por ejemplo la imposibilidad de disfrutar de las relaciones sexuales con su pareja y sin saber por qué.
  4. Proyección: es el proceso por el cual una persona atribuye sus pensamientos y sentimientos a otra persona, poner lo interno en el mundo exterior. Por ejemplo: a un individuo le cae fatal su vecino, no le aguanta, pero eso es inaceptable para sí mismo porque él es una buena persona y no puede odiar. Entonces, el individuo proyecta su odio en el vecino. El mecanismo de defensa actúa: el individuo se piensa que es el vecino el que le odia a él.
  5. Introyección: es el proceso opuesto a la proyección, aquí se toma lo externo por lo interno. Es decir, se hace propias o se interiorizan actitudes, pensamientos y sentimientos de otras personas como si fueran propios. Por ejemplo: a una muchacha desde muy pequeña se le ha dicho que para ser feliz hay que casarse y tener hijos y ella sin cuestionarlo hace de esto su meta en la vida, dejando de lado sus deseos y necesidades propias.
  6. Negación: la persona bloquea aquellos aspectos evidentes de la realidad para que no lleguen a formar parte de la consciencia, como si no existieran. Últimamente hemos visto este mecanismo de defensa con el tema del COVID-19. Una pandemia mundial resulta muy difícil de procesar para una persona, por lo que negando la realidad evidente de la existencia del virus, puede tolerar la situación que estamos viviendo. Es decir, si pienso que el virus no existe, no tengo por qué lidiar con lo que eso conlleva para mi.
  7. Regresión: implica volver a situaciones o hábitos anteriores, especialmente en cuanto a patrones de comportamiento inmaduro. Por ejemplo, un niño de 10 años, tras una situación estresante o frustrante, vuelve a chuparse el pulgar como cuando era un crío. El mecanismo de defensa actúa: el niño recurre a aquello que conseguía calmarle cuando era un bebé en lugar de utilizar recursos más propios de su edad.
  8. Formación reactiva: este mecanismo va en consonancia con la represión. Los impulsos no sólo se reprimen, sino que se tratan de controlar fomentando un comportamiento opuesto y exagerado. Por ejemplo: una persona que no puede aceptar su homosexualidad muestra una actitud de intolerancia y falta de respeto hacia los homosexuales. Otro ejemplo: una mujer que está muy enfadada con su pareja se muestra especialmente cariñosa para evitar el conflicto.
  9. Aislamiento: se trata de separar o disociar los recuerdos de los sentimientos que ha producido una situación. De alguna manera, se busca tolerar los hechos y la realidad sin una implicación emocional, como si se anestesiara la parte emocional. Por ejemplo: una persona está en el funeral de un ser muy querido impasible, habla de ello como si se charlase del tiempo o de alguna banalidad.
  10. Racionalización: es un mecanismo de defensa muy habitual, por el cual las personas justifican su comportamiento con razones aparentemente lógicas y aceptables. Por ejemplo: una mujer embarazada continúa fumando durante la gestación ya que considera que la ansiedad que le produciría no fumar es más perjudicial para el bebé que unos cuantos cigarrillos al día. El mecanismo de defensa actúa: ella sabe que está mal fumar estando embarazada y puede causar problemas a su bebé, sin embargo, justifica sus acciones de manera que su comportamiento resulte aceptable con sus valores.

¿Conocías alguno de estos mecanismos de defensa? ¿Crees que los has utilizado inconscientemente en algún momento de tu vida? Cuéntanoslo en los comentarios.

Irene Marivela Palacios

Créditos de imagen a @tutehumor

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